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LOS PÁRAMOS

Y SU ECOSISTEMA

El páramo es un ecosistema alpino intertropical con predominio de vegetación tipo arbustiva, clasificado biogeográficamente como pradera y matorral de montaña. Se ubican por lo general, desde altitudes de aproximadamente 2900 hasta los 5000 m.s.n.m. En Sudamérica, cubre aproximadamente 46 mil km2 distribuidos entre Venezuela (5.2 %), Colombia (30.5 %), Ecuador (39.8 %) y Perú (24.6 %); formando parte importante de su biodiversidad, pues cuenta con un alto endemismo y especialización, tanto genética como paisajística.

Colombia tiene el 60 % de los páramos del mundo con aproximadamente 29 mil km² de extensión y el 80 % de las especies de frailejones (91 de 139), muchas de ellas endémicas. Debido a su importancia están protegidos por la Ley General Ambiental de Colombia (Ley 99 de 1993), de hecho, aquí se sitúa el más grande del mundo, el páramo de Sumapaz, en Cundinamarca y otros no menos importantes como Chingaza, Iguaque, Puracé, El Cocuy, Siscunsí y la Sierra Nevada de Santa Marta.

Existen dos clasificaciones con respecto a este ecosistema: el páramo natural, sin cambios en el uso del suelo por intervención humana y el páramo intervenido que alberga poblaciones humanas con organizaciones culturales que aportan al enriquecimiento patrimonial, considerado también como un espacio que genera beneficios económicos.

Son zonas húmedas, nubladas casi todo el tiempo y frías son hogar y nacimiento de lagunas, ríos y demás fuentes hídricas. Caminar sobre ellos es como dar pasos sobre un colchón de agua o esponjas, por sus musgos. Son estratégicos en la generación y regulación del agua y abastecen especialmente la cuenca del río Magdalena. Además tienen 4.700 especies de otras plantas, lo que equivale al 17 % de la diversidad florística de Colombia.

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